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viernes, 22 de julio de 2011
Mar del `'Plata Robo de Caballos
Sin saberlo, la gente consume la carne de caballo en chorizos o carne picada
Diez animales aparecieron descuartizados en el camino viejo a Miramar. Los robos ocurrieron en Parque Hermoso, Acantilados y Serena. La carne de los caballos es vendida en el mercado ilegal. Anoche descubrieron un domicilio donde se faenaban animales y se investiga si tiene relación con los hechos denunciados.
Por las noches aparecen en la ruta, en medio del campo. Armados con tenazas, los menores de edad ingresan en los potreros cortando alambrados. Eligen un caballo, lo montan y se escapan. Horas más tarde, el animal es vendido en el mercado ilegal.
Según los vecinos, los casos de cuatrerismo son una constante en la provincia de Buenos Aires y las denuncias aumentan a medida que suben los precios de la carne equina en el mercado de exportación.
Mar del Plata no escapa a esta situación: en la última semana fueron robados más de 25 caballos en la zona sur (Parque Hermoso, Acantilados y Serena) y diez de ellos aparecieron descuartizados cerca del basural, en el camino viejo a Miramar, a unas cinco cuadras de la escuela Nº 44.
“Por cada animal faenado quedan 300 kilos de carne, que luego es vendida a las carnicerías. Esto es muy peligroso para los consumidores, porque la mercadería no tiene ningún tipo de control de Bromatología ni del Senasa”, advierte Arturo Otero, uno de los vecinos que se mostró preocupado por el aumento de los robos rurales.
Los damnificados aseguran que se sienten desprotegidos.
Y cuentan que los cuatreros, por lo general, son menores llevados por un acopiador.
Se les pagaría unos $ 100 por animal robado y, luego, el acopiador puede venderlo a un promedio de $ 1.500 en el mercado ilegal.
Otro aspecto que facilita el robo de equinos, dicen, es la poca trazabilidad (seguimiento que se le hace al animal desde que nace hasta que es faenado) que tiene este ganado en comparación con el bovino, por ejemplo.
Los asaltos se cometen semanalmente y los cuatreros conforman organizaciones que actúan con sincronización horaria, comunicados mediante radios, y camiones último modelo para transportar hacienda.
El primer caso, que recién trascendió ayer, ocurrió el viernes pasado en una quinta ubicada en Tetamanti al 6800, en el barrio Parque Hermoso, donde fueron robados dos caballos, un pura sangre y un mestizo. La damnificada, Alejandra Palomo, realizó la denuncia policial pero no se quedó de brazos cruzados: inició una búsqueda para encontrar a los animales. Cuatro días después la mujer halló los restos descuartizados de ambos cerca de la zona del basural. Allí en las últimas horas también aparecieron faenados varios caballos más.
Palomo, que hasta el robo utilizaba los animales como hobby para hacer cabalgatas durante los fines de semana, se mostró consternada tras el violento hecho.
“Los restos de mis caballos aparecieron cortados en partes entre unas plantas de un monte. Para mí fue un momento muy desesperante, traumático y triste”, contó.
La damnificada dijo que por el momento no hay testigos del robo (“nadie vio nada”) y cuestionó a la policía. “Alguien atrás está apañando todo esto, se tapa los ojos y no quiere ver ni escuchar lo que sucede”, sostuvo. Además, señaló que detrás de esta metodología delictiva actúa una organización muy grande. “La causa ya llegó a tribunales.
No sólo robaron mis dos caballos, sino que el fin de semana pasado a tres amigos míos también les sustrajeron dos animales más a cada uno”, relató.
Palomo explicó que los delitos rurales suelen ser cometidos por menores. Y dio detalles de la metodología que utilizan: “Roban los caballos del campo y los llevan a un lugar donde los tienen como secuestrados.
Allí los acopian dos o tres días y luego alguien los carnea para vender la mercadería en las carnicerías de barrio. Sin saberlo, la gente consume la carne de caballo en chorizos o carne picada.
Es una realidad muy triste y angustiante” ■
ROBO DE CABALLOS
Dos sujetos, de 19 y 20 años, fueron detenidos ayer acusados de formar parte de una banda de cuatreros dedicada a la sustracción y faena de caballos
Dos sujetos fueron apresados. Uno de ellos sería el líder de la organización
Dos sujetos, de 19 y 20 años, fueron detenidos ayer acusados de formar parte de una banda de cuatreros dedicada a la sustracción y faena de caballos, y la posterior comercialización de la carne. La policía secuestró una camioneta, un hacha y elementos para realizar la actividad ilegal. La semana pasada tres integrantes de la organización habían sido apresados.
La investigación comenzó días atrás y se llevaron a cabo varios allanamientos por el robo de caballos y la comercialización de la carne al menudeo a carnicerías barriales. En el transcurso de la pesquisa, se determinó que un sujeto apodado “El Tarta” estaría involucrado en la faena de equinos junto con otro hombre alias “El Pipi”.
Los datos fueron corroborados por los damnificados, quienes sindicaron a los sujetos como los autores de los robos y posterior faenamiento de los equinos sustraídos. El robo de equinos se registró en los barrios Parque Hermoso, Acantilados y Batán en los últimos tiempos.
Con esta información se realizaron varios allanamientos a cargo de personal de subcomisaría Parque Hermoso con la colaboración de la patrulla rural, una médica veterinaria perteneciente al Escuadrón de Caballería y personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD).
El primer allanamiento se efectuó en un domicilio de calle 3 entre las calles 196 y 194, en el cual se apresó a Sergio García alias “El Tarta”, de 19, acusado de ser el líder de la banda.
Además, se secuestró una cuchilla con una hoja de 20 centímetros de largo, dos cuchillos de 15 centímetros de largo y mangos blancos, un hacha, un trozo de cuero de equino, dos chairas, dos cuchillas de fabricación casera utilizadas para degollar a los animales, una piedra de afilar, un trozo de carne con pelaje de equino zaino, un par de botas de goma, prendas de vestir con manchas de sangre, dos tramos de soga de 2 metros de largo. Como así también se halló una lona con restos de hemáticos utilizada para el transporte de la carne faenada y una camioneta Chevrolet verde, la cual fue vista en los campos de los damnificados.
El segundo procedimiento se realizó en una vivienda de calle 196 entre 3 y 5 del barrio Parque Hermoso y se aprehendió a Daniel Moralas, alias “El Pipi”, de 20, y se secuestraron elementos de interés para la investigación. El imputado se encontraba en calidad de prófugo.
La semana pasada, la policía había aprehendido a otros tres integrantes de la banda. La detención se produjo en el marco de un allanamiento realizado en una casa ubicada en 198 y 7 del barrio Parque Palermo.
En la investigación interviene la doctora Andrea Gómez, a cargo de la Fiscalía Nº 4, quien dispuso actuaciones por el delito de “abigeato”.
ROBO DE CABALLOS
Los vecinos denunciaron el robo de caballos mientras que otros encontraron más de ocho cabezas en un baldío ubicado en una zona descampada de Mar del Plata. Cuando la Policía tomó intervención, comprobó que una banda descuartizaba equinos y vendía la carne a algunas carnicerías de la ciudad “feliz”. Por ahora, hay tres detenidos.
Todo comenzó con simples sospechas y dudas, pero -de a poco- se fueron disolviendo las pestañas de este caso. Hace diez días, una vecina, Alejandra Palomo, denunció que le habían robado dos caballos de su quinta de Tetamanti al 6800, en el barrio Parque Hermoso. Uno de ellos era pura sangre y el otro mestizo.
Antes de que agentes policiales descubrieran la punta este sangriento y cruel ovillo, la mujer encontró en un terreno ocho cabezas de equinos.Entre ellas, la de uno de sus caballos. Sólo horas después, la Policía demoró dos personas -a quienes liberaron por falta de pruebas- y encontró restos de equinos. Pero esta etapa era sólo el principio.
Las denuncias de los vecinos eran constantes y la investigación también.Anteayer, personal de la distrital de Mar del Plata Sur allanó una casa ubicada en la calle 198, entre 5 y 7, del barrio Parque Palermo, donde se faenaba a los animales robados.
Encontraron cueros de equinos de distintos pelajes, patas y manos, manchas de sangre, elementos de corte, sierras manuales, cuchillería, ganchos y cabezas.
Ahí mismo aprendieron a tres personas: Pablo Álvarez, de 38 años; Matías Acuña, de 18 años, y Néstor Pedro Sánchez, de 58 años. Todos imputados de abigeato. Pese a los avances, aún falta descubrir a las personas encargadas de vender la carne de caballo en las carnicerías de la zona.
En el allanamiento participó personal policial de la Subcomisaria Parque Hermoso a cargo del Subcomisario Christian Marcozzi, personal policial de la Delegación de Policía Científica y efectivos de la Dirección de Lucha Contra Delitos en el Campo.
(Fuente: Online-911)
miércoles, 20 de julio de 2011
Mar del Plata robo de caballos que aparecen así!
lunes, 18 de julio de 2011
EL CABALLO NO ES COMIDA !!!
CARNE DE CABALLO, EL NEGOCIO TABÚ QUE FLORECE EN ARGENTINA
Los argentinos tampoco comen ranas o caracoles, considerados manjares en algunas partes de Europa. Y a muchos repugnaría la idea de comer carne de caballo, otro alimento codiciado en algunas ciudades europeas.
Lo paradójico de este último caso es que si bien el consumo de carne equina es considerado un tabú en muchas partes del país, lo cierto es que la Argentina es uno de los principales productores mundiales del producto.
Por muchos años, el país ha liderado la exportación mundial de esta carne. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de la Argentina (Senasa) informó a BBC Mundo que en 2010 el país exportó 23.880 toneladas de carne equina, generando más de US$75 millones.
¿Adónde va la carne? La carne de caballo argentina se vende principalmente a Rusia, Holanda, Francia, Italia, Japón, Bélgica y Alemania. El mercado ruso es, por lejos, el más grande: absorbe más de la mitad de la producción argentina.
Los aficionados a este tipo de carne aseguran que es más saludable, ya que tiene menos colesterol que la carne vacuna, posee un alto contenido de hierro y está libre de aftosa. Se estima que en 2009, se comercializaron 145.000 toneladas de carne equina en todo el mundo.
De la prohibición al negocio. En la Argentina, la producción de carne de caballo comenzó a tomar vuelo a partir de 1995, año en el que se promulgó una ley que reguló la actividad.
Antes de eso, la faena de caballos para consumo doméstico estuvo prohibida por muchos años. Y es que en el país, famoso por su tradición de campo, el caballo es considerado un noble compañero del hombre y no una fuente de alimento.
No obstante, el comercio en torno a este animal es histórico: ya en el siglo XIX se exportaban las cerdas de su cola a África y su cuero a Europa. La grasa de los caballos era utilizada para elaborar velas y jabones.
A partir del siglo XX se empezó a usar la carne de caballo para fabricar embutidos y conservas. Y hoy el negocio continúa: en 2010 fueron sacrificados más de 150.000 equinos en la Argentina para satisfacer la demanda desde el exterior, según datos aportados a BBC Mundo por la Dirección Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.
De acuerdo con ese organismo, el país cuenta con 1.900.000 caballos registrados.
Pero a pesar de ser un líder mundial en la exportación de carne de caballo, lo cierto es que para la Argentina, este negocio representa una fracción mínima de su comercio exterior.
"Si bien los US$ 75 millones que generó la venta de carne de caballo en 2010 fueron una cifra importante, es un monto pequeño al lado de los US$1047 millones que aportó la carne vacuna, y los US$17.284 millones que ingresaron por la soja", dijo a BBC Mundo el economista Mauricio Claverí, de la consultora Abeceb.com.
No obstante, el experto resaltó el hecho de que un negocio que es marginal en la Argentina representa cerca del 7% de las ventas de carne vacuna, un producto que dio fama al país en todo el mundo. (La Nación)