MICROCHIPS A LOS CABALLOS UTILIZADOS X CARTONEROS

19:12 | lunes, 04 de julio de 2011 Noticias | Ciudad y Región

Dudas y rechazos por la colocación de microchips a caballos de cirujeo

Recolectores de Empalme expresaron malestar por la iniciativa municipal de suplantar los animales de tiro a los que además colocarán esos dispositivos para controlar su estado. Protectores de animales no creen que la medida sirva como solución y opositores del Concejo evalúan el anuncio del Ejecutivo como “una mera salida electoral”

La polémica volvió a subir a los carros. Galería de Imágenes

Tras el anuncio del intendente sobre un relevamiento que se realizará de los animales de tiro y la colocación de microchips a los caballos usados para llevar carros, las medidas tuvieron distintas repercusiones que van de la cautela a la oposición. Por una parte, los cartoneros volvieron a rechazar la posibilidad de cambiar los vehículos para movilizarse y sostuvieron que la ordenanza aprobada por el Concejo para suplantar la tracción a sangre en los próximos tres años les traerá pérdidas económicas. En tanto, los protectores de animales reiteraron su posición de defender la medida de prohibir los carros en la ciudad y pusieron en duda la decisión de colocar microchips a los animales porque sostienen que falta poco tiempo para que dejen de circular. Los integrantes de la comisión de Ecología del Concejo también pusieron sus reparos. Pérdidas económicas “Esta medida nos afecta un montón porque la ordenanza ya está vigente y hasta que terminen de colocar los microchips, que viene bastante demorada, nosotros no podemos trabajar como lo veníamos haciendo”, dijo a Rosario3.com, Carlos Mieres, titular de la Cooperativa de Cartoneros de Empalme Graneros. El dirigente afirmó además, que esta decisión del municipio les provocará una gran pérdida económica. “Nadie dice por qué tipo de vehículo se va a reemplazar los caballos y todos sabemos que el cartonero que trabaja con un carro no sabe leer ni escribir, ni mucho menos manejar”. Lo que se conoce como “la cooperativa de Empalme Graneros” lleva 14 años de funcionamiento en Rosario, reúne a 425 familias de la ciudad que viven del cirujeo y –según Mieres– a pesar de contar con personería jurídica, aún no pudieron constituirse legalmente como cooperativa “por las trabas que les pone el gobierno”. El cuidado de los animales Por su parte, algunas organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los animales tienen dudas respecto de la implementación de la ordenanza municipal. “Si se tratara de una política seria que pudiera cumplirse, nosotros estaríamos conformes, porque se terminaría el maltrato a los caballos, pero la primera pregunta que nos hacemos es para qué colocarán los microchips si en menos de tres años –según la ordenanza– no debe haber animales de tiro en las calle”, dijo Leonardo Ortiz, de la Protectora Rosario. “Si estuviesen seguros de cumplir la disposición, no harían esta inversión que tendrá tan poco tiempo de utilidad”, dedujo Ortiz. Además, el integrante de la Protectora Rosario, destacó que el 50% de los carros son conducidos por menores de edad. “Ese solo dato demuestra lo dificultoso de cumplir la ordenanza, por las connotaciones sociales que genera, además de pensar en la salud de los caballos que es uno de nuestros objetivos”, apuntó Ortiz. Una ordenanza, muchas dudas El 17 de diciembre de 2010, el Concejo Municipal aprobó por unanimidad la ordenanza que plantea el ordenamiento de las actividades de los recolectores urbanos informales y el reemplazo paulatino de caballos de acarreo. Sin embargo, aún no se avanzó en su puesta en práctica. “Tal como está planteada, la ordenanza «tiende», «propende» a que se cumpla el objetivo planteado en la misma, pero no da precisiones sobre un tema fundamental como es de qué forma se integrará ese sector informal a la economía”, explicó a Rosario3.com, el concejal Alberto Cortés (PSA-Proyecto Sur), integrante de la comisión de Ecología del Concejo. “Si no se resuelve antes la separación de residuos y la implementación de una planta de reciclado que permita transformar esos residuos en materia prima”, la ordenanza en sí no soluciona nada. Además de la legislación hace falta la voluntad del Ejecutivo de resolver el problema social de esa enorme cantidad de personas que viven de la economía informal”, afirmó el edil. “Sin esa voluntad, el anuncio del intendente es más una respuesta electoral que una práctica ecológica efectiva”, aseguró. Los vehículos alternativos En agosto de 2009, la Municipalidad de Córdoba sacó a la calle los zootropos, una especie de triciclos con una caja posterior que permite la recolección de cartones. Los vehículos fueron diseñados por técnicos de la Universidad de Río Cuarto y sus conductores fueron capacitados a través de cursos de manejo, en el marco de un acuerdo para regularizar el trabajo que llevan adelante dos de las cooperativas de cartoneros que se encuentran en la ciudad capital de esa provincia. A diferencia de este caso, en Rosario aún no se ha decidido cómo se reemplazará al carro tirado por un caballo en la tarea de recolección. “Ése es todo un tema por dos razones: el costo y la capacitación” –dijo Ortiz–. Mantener un caballo cuesta menos que solventar los gastos de un vehículo de esta naturaleza, sean triciclos o cuatriciclos (como se usan en Colombia) y habrá que definir antes cómo se afrontará ese costo”. “Otra alternativa podría ser que el mismo municipio aporte los camiones para realizar la recolección, pero entonces surgiría un nuevo conflicto con los actuales recolectores de residuos”, dijo el dirigente. En el mismo sentido opinó Cortés quien evaluó que “pensar en otro vehículo a tracción humana será rechazado porque tendrá una capacidad de carga inferior a la que acarrea el caballo; y si se implementa otro tipo de vehículo motorizado, habrá que resolver antes la variable económica, porque sin dudas, será más caro”. “Cambiar los carros por un vehículo motorizado es lo mismo que sacarnos directamente nuestra fuente de ingresos”, señaló Mieres, quien agregó que muchos carreros son discapacitados y les sería imposible conseguir una habilitación para manejar otro vehículo que no sea el carro. “A mí me falta una mano y como yo hay muchos que tienen alguna discapacidad. Por esa causa nadie nos da trabajo y mucho menos nos permitirán conducir un vehículo”, manifestó.