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Nuestro Proyecto

Mantener la actividad como estrategia ecológica:

La función que cumplen los llamados cartoneros es fundamental para el equilibrio ambiental y para reducir la contaminación de nuestro planeta.

Transformar a las personas involucradas en Agentes de Reciclaje para entonces mejorar su dignidad de cara a la sociedad.

Los trabajadores de esta actividad son merecedores de beneficios laborales, respeto social y reconocimiento económico. Hoy en día están encuadrados en la marginalidad y discriminación. Formalizar la tarea de recolección y separación de residuos permitirá a los trabajadores acceder a beneficios estatales, y ser parte del mercado laboral.

Brindarles una integración en el circuito social y cultural reemplazando la tracción a sangre por tracción motora: para realizar la tarea de recolección y traslado de los residuos a los centros de acopio, los trabajadores necesitan un medio de locomoción apropiado, sin que esto signifique deterioro físico de personas ni animales y que además no genere contravenciones a la Ley de Tránsito.

• Terminar con la utilización de animales para tales fines: debido a su fortaleza física, el caballo siempre fue considerado como una herramienta de trabajo y no como un ser vivo con derecho a la libertad y a una vida con intereses propios.
• Los caballos son animales gregarios, es decir, sociales. Viven en manadas jerarquizadas en las que sus miembros se comunican de forma constante, los que les brinda seguridad; estas características de los caballos son las que marcan qué necesidades tienen para desarrollar sus comportamientos naturales.
• Son herbívoros, y por lo tanto, no son agresivos por naturaleza por lo que ante un peligro prefieren huir a defenderse.
• Son muy sensibles al ambiente que los rodea y tienen la capacidad de percibir el estado de ánimo de las personas, ya sean éstas sus cuidadoras o un jinete que lo utilice para la monta; así, perciben la inseguridad, la seguridad, la agresividad, el nerviosismo, la confianza del ser humano. De esta forma, los caballos domesticados o domados, deben recibir un trato exquisito por parte de las personas que tengan el privilegio de compartir parte de sus vidas con tan magníficos y nobles animales.
• Por ello, nuestra propuesta incluye la creación de santuarios para caballos; un lugar en donde no se reproducirán, podrán vivir en semi libertad, tendrán atención constante y donde podrán conformar su propia manada con otros congéneres, aprendiendo nuevamente a que se sientan y comporten como lo que son, caballos, ni más ni menos.